Los precios internacionales de los alimentos marcaron en mayo su segundo mes consecutivo a la baja como resultado de una situación más favorable en el abastecimiento de esos productos, y de que la mayor incertidumbre económica a nivel mundial ha orientado la afluencia de las inversiones hacia los activos de menor riesgo como el dólar norteamericano, cuyo fortalecimiento ha inducido también la baja en los costos de los alimentos.